Este escrito lo podrás leer en mi ya publicado libro.
Al contemplar mi huerto, pensé en que me estoy poniendo mayor y llegará un día en que no lo podré atender. Me gusta picar la tierra, abonarlo, regarlo..... y sé que llegará el día en que ya no podré hacerlo. Me entró la nostalgia y eso me inspiró.
Al contemplar mi huerto, pensé en que me estoy poniendo mayor y llegará un día en que no lo podré atender. Me gusta picar la tierra, abonarlo, regarlo..... y sé que llegará el día en que ya no podré hacerlo. Me entró la nostalgia y eso me inspiró.
SE APROXIMA LA VEJEZ
Contemplando mi jardín
desde el umbral de mi puerta
de mis ojos escaparon
dos lagrimillas inquietas.
¡Señor, qué triste vejez!
Pensarlo me desespera,
cuando no pueda cuidarlo
porque mis fuerzas flaquean.
Ni regarlo, ni abonarlo,
ni removerle la tierra.
Cuando ya broten sus flores
allá por la primavera
entre bellas mariposas
y laboriosas abejas.
¡Señor, qué triste será
contemplar las lindas rosas
y las blancas azucenas
y el trinar de pajarillos
que alegres revolotean!
¡Vejez, qué triste vejez,
que no hay quien te detenga!,
es como el agua al correr,
no te pueden devolver
esa infancia dulce y tierna.
¡Qué fragancia entre las rosas
en noches de luna llena,
cómo reluce el jardín
al llegar la primavera!
¡Señor, qué triste será
cuando cuidarlo no pueda,
cuando ya no escriba versos
porque la mano me tiembla,
cuando ya en mi pensamiento
las palabras suenen huecas!
Los sueños son ansiedad,
la vida es una quimera,
y triste la soledad
cuando ya nada se espera.
---Te haya gustado o no, POR FAVOR escríbeme un comentario.....
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